domingo, 30 de septiembre de 2007

ANTHONY RIOS Y FAUSTO REY ABARROTAN EL MAUNALOA CON ESPECTACULAR SHOW "JUNTOS OTRA VEZ"

"Debido a lo exitoso del concierto y la demanda de público, el empresario Raphy D’Oleo anunció la reposición del espectáculo durante el cual Anthony Ríos puso a gozar con su buen humor al público y Fausto Rey volvió a cantar El Pájaro Herido con el cual encendió el referido centro nocturno”.

Santo Domingo.-Anthony Ríos y Fausto Rey abarrotaron de seguidores El Maunaloa Night Club durante un espectacular show romántico que denominaron “Juntos Otra Vez”.

Hubo que buscar sillas para acomodar a cientos de parroquianos, algunos invitados que reclamaban sus asientos reservados y que habían pagado 750 pesos para no perderse nadita de nada el buen humor de Anthony Ríos y el estilo del Niche, Fausto Rey.

Personalidades como Edmon Elías, propietario del referido centro nocturno, políticos como Tomás Hernández Alberto, Aristipo Vidal, Luis El Gallo, la licenciada Ana Rissi y hasta el cronista deportivo Bienvenido Rojas disfrutaron de la versatilidad de Ríos y de la magia interpretativa de Fausto Rey.

Hacía tiempo que no se vivía el ambiente que se respiró la noche del sábado en el Maunaloa. Más de 200 personas debieron devolverse por no haber cupo lo que motivó que el empresario Raphy D´Oleo repita el sábado venidero el show a petición.

La promoción se hizo sentir esa misma noche en la que el presentador Raphy D’Oleo no pudo ocultar la emoción que le embargaba al ver el Maunaloa repleto de dominicanos viendo crecerse los dos estelares criollos.

Anthony, quien inició a las 11 de la noche expresó de inmediato “gracias por dejarme ser yo mismo que es la vaina que más brega me ha dado”.

“Z”, “Estás”, “Imaginación”, “Como duele” iniciaron en su voz el largo viaje al romanticismo y en cada una de sus interpretaciones una lluvia de aplausos y grandes ovaciones no se hacían esperar.

Tuvo tiempo para hablar. Recibió besos y flores de las féminas. Hizo chistes y narró anécdotas y provocó grandes carcajadas de los presentes. Cuando cantó “Si entendieras” levantó de sus asientos con mucha emoción a los parroquianos.

Así también estrenó “Que saben ellos” una composición que fue el fruto de una reflexión de algo vivencial que confesó le pasó. Además brindó por la mujer. Anthony es un sociólogo del amor y un conocedor profundo de la naturaleza de las féminas.

Con “Fatalidad” como siempre acostumbra comenzó su despedida de un público que le gritaba ¡otro! ¡otro! y al que debió complacer. “Me hubiera gustado ser abogado, de haberlo sido fuera hoy un ladrón y muy político”, expresó en un momento provocando gran hilaridad. El público lo despidió de pie y con ovaciones.

Luego a las 12:20 entró el Príncipe Negro de la Canción. “A las puertas del cielo” transportó ipso facto a un mundo de ensueño y de nostalgia a sus admiradores. Fausto, como siempre exhibió rápidamente su clase. Su estilo único, su carisma y su inconfundible voz hechizaron combinándose su actuación con sus movimientos escénicos que hacían las delicias de un público compuesto por personas mayores y cuarentonas.

Ataviado con un traje de gala color negro, el Niche mostraba su grandeza entre uno y otro éxito cosechando aplausos a granel. Saludó a su amigo Edmon Elías “y a mi hermano del alma” Juan Arturo Rodríguez.

“Todavía creo en el amor”, “Inventario”, “Adulto”, “Propuesta”, “Yolanda”, una añeja “Mi Viejo” y una de este tiempo “¿Y cómo es él? de José Luis Perales fueron convirtiendo la noche en una velada romántica.

Luego un mundo de nostalgia se apoderó de los presentes cuando cantó “Te habré ganado o te perdí” y “Me muero por estar contigo”. Las mujeres le llevaban flores. Ponía al público a cantar junto con él. Fausto le preguntaba qué querían por el amplio repertorio de éxitos que tiene. Y el auditorio al unísono coreaba sus grandes éxitos.

Con “Liza” cerca de la 2 de la madrugada comenzó a despedirse. Una mujer que se había pasado la noche pidiéndole que cantara un merengue lo motivó para que dijera que “si no canto un merengue esta noche esta mujer me va a matar” y fue entonces cuando decidió -20 años después- cantar “El Pájaro Herido” el cual le sirvió para poner a bailar a las parejas y dejar encendido el Maunaloa siendo aclamado bajo una cerrada ovación de pie.

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