miércoles, 30 de enero de 2008

DENTRO DEL ARTE(columna#234)www.laverdaddelahistoria.blogspot.com

Aquella vez que conocí a Leonel

Buenos días al Mundo.-Tuve el privilegio de ser alumno en las aulas universitarias del profesor Leonel Fernández, ayer y hoy Presidente de la República. Aprendí mucho de sus enseñanzas de Sociología de la Comunicación, que era una de las materias que impartía. Conocí a Leonel, pero dentro de una aula universitaria a las 8 de la noche. Allí lo vi por primera vez. Puedo testimoniarle que para mi y mis demás compañeros de aula fue de gran impacto conocer al profesor. Así... “profesor”.... nos decía a todos. Pero cuando lo conocí en el aula, durante las primeras secciones de clases, todavía no sabía a ciencia cierta quién era. Creo, que muchos de mis compañeros y viejos amigos de la izquierda como Fausto Rosario Adames, Marino Zapete y otros, al principio no sabíamos de quién se trataba. Fue al tener en mis manos el libro “Delito de Opinión Pública” cuando entonces muchos nos enteramos quién era el profesor. ¿Por qué?. El libro tenía una dedicatoria al Profesor Juan Bosch. Y por ahí encontramos la pista que nos llevó a descubrir que se trataba de un dirigente ilustre del Partido de la Liberación Dominicana.

Leonel nos impresionaba a todos...

Con su capacidad expositiva en las clases y su forma de conducirse, Leonel nos impresionaba a todos. Era un profesor muy respetuoso con los alumnos y no tenía distinción con nadie. Nos trataba a todos por igual, con la misma caballerosidad. Escuchándole hablar a uno y con el respeto que lo hacía, nos sentíamos todos importantes. Más de un compañero de clase llegó a manifestarme que por el trato que nos daba el profesor, nos sentíamos importantes como personas y como estudiantes, en nuestro caso, de Comunicación Social en la UASD. Recuerdo que le pasé la materia con un 88 aunque él después me aclaró que yo merecía un 90.
Lo que pensé e imaginé al escucharlo...
Cuando el profesor impartía docencia y ponía ejemplos y nos hablaba del país, me ponía a pensar muchas cosas. Una noche me dije a mí mismo: “si este hombre llega a ser Presidente de la República, cambia este país y hace de él una gran nación”. Me imaginé un gran país al escucharlo hablar. Dios es el único que sabe que eso me imaginé del doctor Leonel Fernández. Su brillantez, lo experto que era en comunicar y la visión que tenía de la democracia y del desarrollo me hacían pensar todo aquello. Su exquisito libro “Delito de Opinión Pública” que fue su tesis para graduarse de doctor, también fue algo que nos deslumbró de este magnifico profesor universitario. Luego, al saber que el profesor era peledeísta y siendo el PLD lo que era en ese entonces, volví y me dije: “con razón este hombre es tan preparado y civilizado y parece como si hubiera vivido fuera del país”. Mucho tiempo después me enteré que había vivido en Nueva York.

Después vinieron las “bolas” al Parque...
Me fui haciendo cada vez más cercano al profesor. Esto, porque al saber que era peledeísta sentí más confianza al tratarlo. La amistad que cultivamos un grupo de nosotros en el aula con el profesor, que éramos en ese entonces un poco cabeza caliente porque procedíamos de la izquierda y éramos jóvenes progresistas con ideales revolucionarios se fue haciendo más estrecha. Tanto, que el profesor Leonel me daba “bola” a las 10 de la noche cuando terminaba de impartirnos docencia. Las "bolas" eran hasta el Parque Independencia. Pero nunca me atreví a decirle que era porque estábamos flojos para pagar la peseta del transporte. Leonel nos invitaba a montarnos en su “cepillo” para continuar conversando de política hasta el Parque. En varias ocasiones lo hizo. El profesor muchas veces, cuando no había mucho de qué hablar o comentar colocaba casi siempre un cassette de Silvio Rodríguez y le escuchaba tararear las canciones como si las supiera todas de memoria.
Al profesor no se le suben los “humos...”
Como lo llegué a conocer antes de llegar a la Presidencia, muchas cosas que ha dicho ahora sé que son verdad. Que ha sido honesto. Por ejemplo: cuando el profesor nos daba clase ni soñaba que iba a hacer Presidente de este país algo que ha reiterado en otras ocasiones. Y si tenía esa meta sólo lo sabía él, y no se lo decía a nadie. Por eso, ha sido tan significativo para mí ver al llegar al profesor a la Presidencia de la República. Pero más gratificante ha sido para mí, ver que el Profesor nunca se ha olvidado de mi persona. Lo he comprobado porque cuando me ha visto, de inmediato se dirige hacia mi, no importa con quien se acompañe. Cuando estábamos en el periódico HOY, si el profesor iba a la Esquina Joven se hacía acompañar de mí y de otro colega periodista amigo. Las últimas veces que me ha visto me saluda con el mismo cariño que cuando nos impartía docencia: ¿Profesor, cómo está todo? Es su pregunta de siempre. Y yo siempre le respondo: “todo bien profesor”. Y como pude tratarlo en ese entonces me doy cuenta que al profesor no se le suben los “humos” porque haya llegado a ser Presidente. Aún mantiene su sencillez y sigue siendo fiel a sus amigos aunque lo acusen ahora de permisivo.
DE LAS COSAS QUE PASAN.- Asdrúbal tiene una nominación como salsero.... Casi Arte sigue dando palos por los 411...Francisco Javier no habló en el acto de proclamación siendo el director de campaña....Fernandito reafirmó su carisma en el Palacio de los Deportes...Ramón Orlando hizo una actuación muy entusiasta...Realmente vive lo que hace y lo que produce....HASTA MAÑANA SI DIOS QUERE DOMINICANOS. ____________________________________

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